El ex gobernante nicaragüense Arnoldo Alemán (1997-2002), asiste a la convención del opositor Partido Liberal Constitucionalista (PLC) en Managua donde reafirmó el compromiso de rechazar la posibilidad de cualquier reforma a la Constitución del país que permita la reelección del presidente Daniel Ortega. EFE/Mario López |
El PLC, que dirige el ex gobernante nicaragüense Arnoldo Alemán (1997-2002), ratificó por aclamación de los 1.900 convencionales su rechazo a las reformas constitucionales y al cambio del sistema de Gobierno de presidencialista por uno parlamentario, como pretende el Ejecutivo.
“Hemos decidido oponernos rotundamente a la reelección (presidencial) sucesiva o a la reelección por tercera vez por cualquier persona que ha sido Presidente por dos veces”, señaló a Efe el secretario general del PLC y diputado opositor, Francisco Aguirre Sacasa.
Aguirre Sacasa, canciller durante la Administración de Alemán, agregó que la convención también ordenó a los legisladores liberales a oponerse “a cualquier cambio de Gobierno de presidencialista a parlamentario”.
“Es un compromiso nuestro. No es negociable”, sostuvo el político liberal.
El presidente Ortega confirmó su interés de reformar la Constitución para establecer la reelección presidencial indefinida, que abiertamente persigue, y cambiar el sistema político presidencialista a uno parlamentario.
La Constitución de Nicaragua prohíbe la reelección presidencial consecutiva, pero no la alterna.
Las reformas constitucionales en Nicaragua deben ser aprobadas en dos legislaturas y con al menos dos tercios de los 92 diputados que integran la Asamblea Nacional, cifra que no alcanzan los sandinistas y sus aliados, que reúnen al menos a 47.
Los sandinistas y los liberales iniciaron negociaciones para reformar la Carta Magna, incluida la reelección presidencial, en octubre de 2007, pero las “congelaron” luego de los comicios municipales de noviembre pasado, ganados ampliamente por el oficialismo y que la oposición denunció como fraudulentos.
En la convención, los liberales hicieron un pronunciamiento en el que aseguran que “Nicaragua peligra después de dos años de desgobierno de Daniel Ortega y (su esposa) Rosario Murillo”.
Según los liberales, con el Gobierno de Ortega, que asumió el poder en enero de 2007, el país vive una “profunda crisis económica y social, y un ataque frontal a la democracia representativa”.
Denunciaron que el líder sandinista abandonó todo pretexto de seguir en el sendero de la democracia, de la reconciliación y la reconstrucción económica y que, en su lugar, ofrece la democracia directa y participativa.
Dicha democracia, agregaron, es igual “al opio del Socialismo del Siglo XXI” que promueve el gobernante venezolano, Hugo Chávez, “que no es más que una cortina de humo para perpetuar en el poder a una dinastía familiar vitalicia al peor estilo del pasado”.
Durante la convención, los liberales ratificaron la “urgente” necesidad de buscar la unidad de todos los partidos “democráticos”, divididos en la actualidad en distintas facciones, incluido con el Partido Liberal Independiente (PLI), al que pertenece el líder opositor y legislador liberal disidente Eduardo Montealegre.
El ex presidente Alemán, en su discurso, recalcó la necesidad de la unidad de las “fuerzas democráticas” para derrotar al gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en los comicios de 2011 y propuso celebrar primarias para escoger a candidatos de consenso.
“Cuando los demócratas se unen alrededor del PLC, ganan, y cuando van divididos, que es la estrategia fundamental del ‘danielismo’, pierden”, opinó Alemán. A la convención liberal acudieron representantes de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), del Movimiento Vamos con Eduardo aliado del PLI, del Partido Conservador (PC) y pequeños partidos.
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