Jueves, 09 de Diciembre de 2010
Politica Hace cinco meses, Hugo Chávez ordenó la detención ilegal de Alejandro Peña Esclusa con el objetivo de doblegarlo y de acabar con UnoAmérica. Sin embargo, sucedió todo lo contrario: la figura de Peña Esclusa ha crecido notablemente y UnoAmérica se ha fortalecido.
Alejandro Peña Esclusa |
Editorial de UnoAmérica
Bogotá, 9 de diciembre.- Hace cinco meses, Hugo Chávez ordenó la detención ilegal de Alejandro Peña Esclusa con el objetivo de doblegarlo y de acabar con UnoAmérica. Sin embargo, sucedió todo lo contrario: la figura de Peña Esclusa ha crecido notablemente y UnoAmérica se ha fortalecido.
Además, el montaje judicial contra Peña Esclusa se desmorona, porque han trascendido las numerosas irregularidades del caso: funcionarios que allanaron su casa sin autorización judicial, prohibición a su abogado de brindarle asistencia legal, el expediente asignado a dedo para que le tocara a un juez chavista, el testimonio de un misterioso testigo extranjero que ni siquiera aparece en el expediente, y la siembra de explosivos en el escritorio de una niña de ocho años, ordenada por el Jefe de Inteligencia del SEBIN, David Colmenares.
La persecución judicial contra Peña Esclusa es tan burda y tan evidente, que ha levantado una ola de indignación en América Latina. Ex presidentes, intelectuales, periodistas, parlamentarios, dirigentes políticos y prelados condenan su injusto encarcelamento y exigen su inmediata liberación.
Dado que la maniobra en contra de Peña Esclusa no surte el efecto deseado, los medios del Estado venezolano se han visto obligados a seguirlo atacando casi todos los días, aún después de haberlo encerrado.
El ejemplo más reciente -y ridículo- es un cable de la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), fechado el pasado 7 de diciembre, en el que involucran a Peña Esclusa en un supuesto atentado contra el Papa Juan Pablo II. Sin embargo, la misma AVN se quejó hace pocas semanas de las declaraciones del Cardenal Jorge Urosa, calificando a Peña Esclusa como un "hombre bueno, que fue injustamente acusado".
Si Peña Esclusa trató de matar al Papa, como dice la AVN, ¿Por qué el Cardenal Urosa se expresa bien de él? Son contradicciones como éstas las que echan por tierra el caso contra el Presidente de UnoAmérica.
Evidentemente, ni el montaje jurídico ni la propaganda oficial podrán mantenerse en pie por mucho tiempo; y a medida que sigan llegando los apoyos y los reconocimientos a Peña Esclusa, se le hará más difícil al gobierno venezolano tenerlo encarcelado.
Nos consta que a principios de este año, amigos de Alejandro en distintos países le ofrecieron la oportunidad de vivir fuera de Venezuela, con el fin de evitar su inminente detención; se le garantizó vivienda, trabajo, colegio para sus hijas, y las facilidades para seguir desempeñando sus funciones como Presidente de UnoAmérica. Pero Alejandro se negó rotundamente, diciendo: "Venezuela necesita líderes dispuestos a dar testimonio de amor por su patria".
Este ejemplo de coraje, firmeza y compromiso, muy raramente se ve en la América Latina de hoy. Ciertamente, para derrotar una dictadura totalitaria como la de Hugo Chávez se necesitan hombres de esta talla. Por eso, hacemos un llamado a los venezolanos para que aprovechen el liderazgo de Alejandro Peña Esclusa. ¡Luchen por su liberación! ¡Ustedes lo necesitan!
Por nuestra parte, los integrantes de UnoAmérica no descansaremos hasta ver a Alejandro en libertad y hasta lograr la recuperación de la democracia en Venezuela.
Además, el montaje judicial contra Peña Esclusa se desmorona, porque han trascendido las numerosas irregularidades del caso: funcionarios que allanaron su casa sin autorización judicial, prohibición a su abogado de brindarle asistencia legal, el expediente asignado a dedo para que le tocara a un juez chavista, el testimonio de un misterioso testigo extranjero que ni siquiera aparece en el expediente, y la siembra de explosivos en el escritorio de una niña de ocho años, ordenada por el Jefe de Inteligencia del SEBIN, David Colmenares.
La persecución judicial contra Peña Esclusa es tan burda y tan evidente, que ha levantado una ola de indignación en América Latina. Ex presidentes, intelectuales, periodistas, parlamentarios, dirigentes políticos y prelados condenan su injusto encarcelamento y exigen su inmediata liberación.
Dado que la maniobra en contra de Peña Esclusa no surte el efecto deseado, los medios del Estado venezolano se han visto obligados a seguirlo atacando casi todos los días, aún después de haberlo encerrado.
El ejemplo más reciente -y ridículo- es un cable de la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), fechado el pasado 7 de diciembre, en el que involucran a Peña Esclusa en un supuesto atentado contra el Papa Juan Pablo II. Sin embargo, la misma AVN se quejó hace pocas semanas de las declaraciones del Cardenal Jorge Urosa, calificando a Peña Esclusa como un "hombre bueno, que fue injustamente acusado".
Si Peña Esclusa trató de matar al Papa, como dice la AVN, ¿Por qué el Cardenal Urosa se expresa bien de él? Son contradicciones como éstas las que echan por tierra el caso contra el Presidente de UnoAmérica.
Evidentemente, ni el montaje jurídico ni la propaganda oficial podrán mantenerse en pie por mucho tiempo; y a medida que sigan llegando los apoyos y los reconocimientos a Peña Esclusa, se le hará más difícil al gobierno venezolano tenerlo encarcelado.
Nos consta que a principios de este año, amigos de Alejandro en distintos países le ofrecieron la oportunidad de vivir fuera de Venezuela, con el fin de evitar su inminente detención; se le garantizó vivienda, trabajo, colegio para sus hijas, y las facilidades para seguir desempeñando sus funciones como Presidente de UnoAmérica. Pero Alejandro se negó rotundamente, diciendo: "Venezuela necesita líderes dispuestos a dar testimonio de amor por su patria".
Este ejemplo de coraje, firmeza y compromiso, muy raramente se ve en la América Latina de hoy. Ciertamente, para derrotar una dictadura totalitaria como la de Hugo Chávez se necesitan hombres de esta talla. Por eso, hacemos un llamado a los venezolanos para que aprovechen el liderazgo de Alejandro Peña Esclusa. ¡Luchen por su liberación! ¡Ustedes lo necesitan!
Por nuestra parte, los integrantes de UnoAmérica no descansaremos hasta ver a Alejandro en libertad y hasta lograr la recuperación de la democracia en Venezuela.
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