FUERZA SOLIDARIA APOYA TERCEROS

PAPÉIS AVULSOS do HEITOR DE PAOLA

ENTREVISTA DE ALEJANDRO PEÑA ESCLUSA À LA PRENSA GRÁFICA DE EL SALVADOR

Escrito por Luis Laínez 

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Alejandro Peña Esclusa se la pasa viajando. Hubo un tiempo que también fue candidato presidencial en su país, Venezuela, pero, por ahora, él es el presidente de la ONG Fuerza Solidaria. Hace dos semanas estuvo en El Salvador para visitar al capítulo local, al cual responsabiliza de los anuncios en contra del FMLN, eso sí, expresando que todos dicen la verdad y que se basan en lo que dicen y hacen farabundistas y el gobernante venezolano, Hugo Chávez.

Peña Esclusa dice que ha lanzado una cruzada por todo el continente para desenmascarar a los partidos que son miembros del Foro de São Paulo (FSP), una organización de izquierda.

Aunque hace distinción entre “moderados” y “radicales” en el FSP, dice que en última instancia se apoyan entre ellos. Es así como explica que el mandatario brasileño, Luiz Inácio “Lula” da Silva, sea quien más apoyo político le ha dado a Chávez o que Piedad Córdova, del Polo Democrático Alternativo de Colombia, no condene los actos terroristas de las FARC, sino que los justifique.

“Nuestra preocupación con las FARC no es cómo piensan, sino que ellos secuestran, trafican droga, asesinan... Y lo que nos preocupa de otros que andan con ellos es que en lugar de denunciar los crímenes, los ayuden. Ese es el caso de José Luis Merino. ¿Por qué él les ayuda sirviéndoles de puente con contrabandistas de armas australianos?”, expresa Peña Esclusa minutos después de aclarar que sus opiniones no son para meterse en política interna.

Usted representa a Fuerza Solidaria, de Venezuela. ¿Lo que hay en El Salvador es una filial?

Fuerza Solidaria es una ONG, originalmente fundada en Venezuela, pero con un plan de desarrollo continental. Teníamos un equipo que hizo una investigación de cómo Estados Unidos, Alemania y Japón se convirtieron en potencias industriales y cómo se puede aplicar a América Latina. Esto siguió así hasta que en 1990 se funda el Foro de São Paulo. Entonces, los fundadores de Fuerza Solidaria, que no existía con estatutos, pero sí trabajábamos juntos, reorientamos nuestros esfuerzos. Hubo dos eventos muy importantes: en 1995 Chávez se inscribe al Foro de São Paulo y le dicen: ‘Nosotros te ayudamos a llegar a la presidencia y cuando seas presidente, tú nos ayudas a nosotros’. El segundo acontecimiento es que en 1998 Chávez llega a la presidencia y comienza a utilizar los recursos del Estado venezolano para apoyar a sus aliados de toda América. Fuerza Solidaria se instituye y comienza a viajar y se van conformando capítulos locales o, en su defecto, alianzas con ONG.

En El Salvador, Fuerza Solidaria es conocida por sus anuncios. Hay demandas del FMLN por injerencia extranjera y lavado de dinero. ¿Qué les contesta?

En primer lugar, que polémicas por Fuerza Solidaria hay por toda América Latina. Nuestros adversarios dicen que se trata de operaciones en contra de ellos. En Bolivia nos han criticado por lo que decimos de Evo Morales y su subordinación a Chávez. O la campaña que hemos hecho contra las FARC y el Polo Democrático Alternativo en Colombia. O las actividades que hemos tenido en Argentina y Uruguay. Tenemos libros circulando en inglés, español y portugués por toda América. No es una organización creada exclusivamente para El Salvador.

¿Y sobre la injerencia extranjera?

No es injerencia porque quienes conforman el capítulo salvadoreño de Fuerza Solidaria son ciudadanos salvadoreños. Uno de ellos ha salido a la luz pública. Y tengo entendido que ellos van a salir a la luz y presentar su membresía. Lo dejo a su criterio. Así que son salvadoreños y tienen derecho a opinar sobre los asuntos internos de su país. En mi caso, soy un invitado, un analista, pero quienes publican anuncios aquí son salvadoreños. Y luego, el financiamiento, en todos los países en donde operamos proviene de la empresa privada, que ve que nuestro trabajo es importante. Donde sí creo que hay intervención extranjera es de Chávez a El Salvador. Siempre hemos dicho que el financiamiento al FMLN se da de manera encubierta a través de Petrocaribe y ALBA a las alcaldías y eso sí es una injerencia descarada y pública. Si Chávez quiere ayudar al pueblo salvadoreño, debe tomar el teléfono y llamar al presidente Saca, que es el representante del pueblo salvadoreño y hablar con él para que todos los salvadoreños se beneficien de las condiciones especiales del petróleo venezolano. Pero, no. Él lo hace exclusivamente con las alcaldías del FMLN, bajo unas condiciones favorables, no para el pueblo, sino para el FMLN.

Los anuncios de Fuerza Solidaria para mostrar los vínculos del FMLN con Chávez son considerados por ese partido como campaña sucia y ha presentado denuncias. ¿Busca llevarle votos a ARENA?

Sería campaña sucia si Fuerza Solidaria hubiese sido creada artificialmente en El Salvador como un instrumento para combatir al FMLN. Pero uno de los elementos que prueba que no se trata de eso es que Fuerza Solidaria existe desde hace muchos años y opera en América Latina. Y de eso hay numerosísimas pruebas. Segundo, nada de lo que dice Fuerza Solidaria es mentira, pero no está diseñada para desenmascarar al FMLN, sino al Foro de São Paulo, en general, no solo al Frente. Pero es que el Frente son los representantes locales del Foro de São Paulo y, por lo tanto, nos preocupa sus alianzas con las FARC. Nos preocupa que José Luis Merino haya aparecido en el computador de Raúl Reyes como el hombre que le hace a las FARC los trá-mites con contrabandistas australianos. Nos preocupa que José Luis Merino viaje a Venezuela y se reúna en el estado de Zulia con Chávez y con Orestes Ortez, también del FMLN, y digan ahí que van a salvar a El Salvador y que van a hacer una nueva Cuba. Son ellos los que muestran esos vínculos. Todas las cuñas que he visto están basadas en lo que Chávez y el Frente dicen. Es, simplemente, revelar una realidad y resaltarla públicamente. Me da la impresión que la expresión “guerra sucia” la acuñó el Frente para amedrentar aFuerza Solidaria y para que no diga la verdad. La manera en que el segundo partido político más importante de El Salvador le está cayendo a una pequeña ONG me recuerda la manera en cómo Chávez le cayó a RCTV.

¿No cree que con su trabajo está favoreciendo a ARENA?

Es cierto que en cierto momento esté beneficiando a terceros... En Colombia hay gente que piensa que estamos beneficiando a Uribe en Bolivia, al Comité Cívico Santa Cruz en Argentina, a la oposición... y así sucesivamente. Cada quien interpreta nuestra labor de acuerdo a su cristal. Fuerza Solidaria surge para llevar un proyecto de desarrollo continental que combata la pobreza y, como algo secundario, desenmascarar el plan de esa organización narcoterrorista y peligrosa que es el Foro de São Paulo. Ahora bien, si en esa actividad hay grupos políticos que le sacan provecho... nosotros no vamos a dejar de decir la verdad... cada país tiene que ver cómo resuelve sus cosas internamente. Las críticas para ARENA... habrá que resolverlas dentro del ambiente de democracia y libertad, pero no entregándole el país a Chávez.

LA PRENSA GRÁFICA publicó una investigación sobre la importación de abono que hizo una empresa formada por dirigentes del FMLN que provienen del Partido Comunista. El producto viene de Venezuela y fue pagado a una empresa en Islas Vírgenes. ¿Han detectado un procedimiento similar en otros países?

La financiación ilegal de partidos políticos del Foro de São Paulo por parte del Gobierno venezolano es política de Estado. Los maletines de Antonini son política de Estado de Hugo Chávez. En Argentina se hizo a través de maletines (llenos de millones de dólares) a Cristina Kirschner y a los piqueteros. Al Frente Sandinista y al Frente Farabundo Martí, a través de los acuerdos petroleros y de productos derivados del petróleo, como petroquímicos, el abono que denunció LA PRENSA GRÁFICA. Se hace a través de la compra de bonos de manera irregular e inaceptable, los $6,000 millones de deuda argentina. Está el caso de las Casas del ALBA en Perú, que sirven para financiar a Ollanta Humala. Está el caso del financiamiento de las actividades de Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática en México. Y el financiamiento de campañas, en general, en toda la América Latina, pero a cambio de una contraprestación. Chávez financia las campañas de todos estos individuos, que son todos miembros del Foro de São Paulo. Si ganan las elecciones, ya no son soberanos ni independientes, sino que trabajan para Chávez. Eso es lo que ocurre con Evo Morales.

Chávez llega al poder a raíz del resquebrajamiento de la estructura de partidos políticos, que no es el caso salvadoreño, pero a través de votaciones democráticas. También Evo Morales llega al poder con un partido no tradicional, al igual que Rafael Correa. ¿No se trata de que es culpa de las personas que detentan el poder porque al final la gente vota por el mal menor?

Claro. Aquí hay un problema de fondo: que nuestros gobernantes no han sabido resolver el problema principal de América, que es la pobreza. El continente más rico en recursos del planeta mantiene un alto grado de pobreza, con lo que conlleva ignorancia, falta de vivienda… en fin. Los integrantes del Foro de São Paulo prometen un cambio frente a los partidos tradicionales. Y llegan al poder por la vía democrática sin ser democráticos. Primero intentan la vía armada, como las FARC, Evo Morales o como Chávez, que intentó un golpe de Estado o como el Frente que impulsó una guerra en Nicaragua. Tratan de obtener el poder por la vía de las armas, pero como no pueden, se disfrazan de demócratas para llegar por la vía electoral. Cuando llegan al poder, destruyen las instituciones para perpetuarse en el poder. La figura que se utiliza, que se experimentó primero en Venezuela y luego se exportó a Bolivia y Ecuador, y que pretende exportarse a Nicaragua y El Salvador, es el de la Asamblea Constituyente. Con la excusa de que hace falta una nueva Constitución, se acaba con los poderes públicos instituidos, se nombran otros subordinados al Ejecutivo y se comienzan a aprobar reformas electorales, a aprobar la reelección, a controlar el sistema judicial, a cerrar medios de comunicación… Y se construye una dictadura de tercera generación: no fusilan gente como hizo Fidel Castro fusilan instituciones. Y construyen una dictadura desde la democracia. Es una especie de ‘síndrome de inmunodeficiencia política’: se meten dentro de los anticuerpos de la dictadura, los matan y no hay nada qué hacer.